« Elija y zanje. Es ahora que hay que elegir entre nosotros y los que quieren salvar un mundo arcaico « , respondió Jean-Luc Mélenchon luego que el postulante designado en la primaria socialista, Benoit Hamon, le llamara a formar en torno suyo una mayoría de gobierno y parlamentaria en vista a los próximos comicios presidencial y legislativo de este año.
« Queremos dar vuelta la página y pasar a la Sexta República, queremos salir de los tratado europeos, queremos la planificación ecológica, queremos salir de la OTAN… una repartición clara y neta de las riquezas en favor de los que fueron despojados por los dos últimos presidentes de la República », dijo Mélenchon, enumerando algunos de los puntos esenciales de su programa.
El pasado domingo 30 de enero, en la segunda vuelta de una elección interna, el Partido Socialista francés (PS) eligió a Benoit Hamon, en competencia contra el ex primer ministro Manuel Valls, como candidato a la elección presidencial de los próximos abril y mayo.
Hamon se presentó como uno de los disidentes « izquierdistas », a pesar de haber sido ministro del gobierno de François Hollande frente al ex primer ministro Valls, artífice de la política de derechas de este mismo gobierno socialista.
La designación de Hamon y su clara mayoría obtenida ya en la primera vuelta de la primaria socialista fue una sorpresa. Como ya comienza a ser habitual, una vez más los sondeos de opinión previos al comicio que lo situaban en una honorable tercera posición, fueron desmentidos.
Esta repetida eliminación de figuras tradicionales de la política, frente a personalidades que salen de los marcos habituales o que se presentan bajo un perfil progresista o de renovación, es lo que Jean-Luc Mélenchon ha denominado el « degagisme ».
El término viene de una de las consignas de la Revolución Tunecina, « dégagez », que podría traducirse por « despejad » (el terreno) o « lárguense », dirigida a los dirigentes vinculados, en tal caso, a la dictadura de Ben Ali y a todos los que formaban parte de la casta en el poder en Túnez.
En Francia, la derrota del ex presidente Nicolas Sarkozy y la del ex primer ministro Alain Juppé, en la primaria de la derecha y, aquella del ex primer ministro Manuel Valls en la de los socialistas, así como la renuncia del presidente François Hollando a presentarse a la reelección frente a una inminente derrota, pueden ser considerados como ejemplos de esta ola de « degagisme ».
La elección primaria socialista, presentada por los medios como un gran acontecimientos político y que supuestamente implicaba a toda la izquierda, estuvo marcada por irregularidades que aparentemente trataron de ocultar el poco interés real que generó en la ciudadanía.
No obstante la escasa participación en el comicio abierto, inmediatamente después de ser elegido, Hamon hizo un llamado al candidato de la Francia Insumisa y al representante de una parte de los ecologista, a formar en torno suyo una mayoría gubernamental y parlamentaria en la perspectiva de las elecciones presidencial y legislativa de los próximos meses.
Más aún y para no dejar lugar a dudas sobre sus pretensiones, en una emisión de radio y televisión, Hamon afirmó sin ambajes que su llamado era a que los otros candidatos se desistieran en su favor. « De todas maneras, habrá una candidatura Hamon » en las elecciones presidenciales, precisó.
Tal como había sido con la campaña para la primaria socialista, el « llamado » de Hamon fue profusamente publicitado por los medios franceses controlados mayoritariamente por los grandes grupos empresariales que, paradójicamente y como nunca antes , aparecieron interesados en propulsar y publicitar lo que ellos presentaban como la « unión de la izquierda » propuesta por el candidato del PS.
Del mismo modo, sobre la base de una u otra encuesta pretendiendo mostrar que la elección Hamon hacía disminuir notablemente las posibilidades del candidato de la Francia Insumisa, los mismos medios pusieron el acento en la imposibilidad de un triunfo electoral de la izquierda (¿?) sin la unión evidente en torno al ganador de la primaria socialista.
El programa de gobierno de la Francia Insumisa y de Jean-Luc Mélenchon es el resultado de un largo proceso de reflexión iniciado ya durante la campaña presidencial de 2012 y concretizado en una primera propuesta programática llamada « Primero lo humano ».
Sobre la base de ese primer documento, más las propuestas de especialistas, se elaboró un nuevo proyecto que fue sometido a discusión abierta a la base, ratificado en una convención el octubre pasado y llamado « El futuro común ».
Varios de las proposiciones del programa de la Francia Insumisa aparecen ahora entre los planteamientos de Benoit Hamon.
Comentando este último aspecto, Jean-Luc Mélenchon lo destacó, interpretando el hecho como algo positivo pues demuestra el avance de las ideas progresistas de la Francia Insumisa, al tiempo que ironizó, declarando que « no pensaba cobrar derecho de autor ».
Argumentando sobre la base del programa y haciendo valer la condiciones de su elaboración, Mélenchon definió el terreno sobre el cual debería situarse la tal eventual y muy hipotética conversación.
« Hay que ver de qué lado nos situamos para la continuación de los hechos y en cuanto a la manera de administrar el país a partir de la elección de 2017 », dijo.
E insistió : « No se trata del congreso de un partido ; estamos preparando la elección para un periodo histórico en el que Francia va a manifestarse con todo su peso en cuestiones como los acuerdos internacionales, los tratados europeos…Todos estos temas van a ser puestos en la mesa y hay que ir en orden , con método y con una claridad absoluta y, sobre todo, sin un doble lenguaje ».
Y luego, clarificando la alusión a este « doble lenguaje » recordó las promesas hechas por el presidente François Hollande cuando era candidato y todo lo contrario de estas que fue su gobierno, del cual Benoit Hamon fue ministro.
« Nadie en este país tiene la intención de que ser engañado una segunda vez . La historia del discurso de Le Bourget (lugar donde tuvo lugar el mitín donde Hollande hizo sus promesas) , es decir un discurso muy halagador para el oído, seguido de una práctica completamente contraria », manifestó.
Refiriéndose en seguida al contenido de la propuesta del representante socialista, Mélenchon argumentó : « Me propone formar una mayoría de gobierno, parlamentaria, coherente. Yo le digo que no es posible hacerlo, mezclando gentes que quieren dar vuelta la página - como nosotros - con gentes que son responsables de lo que hay en esa página ».
Luego, fundamentando sus afirmaciones en cuanto al carácter incongruente de la proposición. el candidato de la Francia Insumisa se refirió a casos en concreto.
« ¿Cómo quiere formar una mayoría coherente para abolir la Ley El Khomry con Miriam El Khomry como diputada del Partido Socialista ? », cuestionó Mélenchom , refiriéndose a la promotora de una reforma del código del Trabajo que generó durante meses masivas manifestaciones de repudio y que fue adoptada finalmente por decreto y sin aprobación del Parlamento.
« ¿Cómo quiere cambiar con un diputado como (el ex primer ministro) Manuel Valls ; cómo nos pide formar una mayoría con diputados que se disponen a votar por (Emmanuel ) Macron ? « preguntó Mélenchón, recordando la decisión de un buen número de dirigentes del PS que se han manifestado en favor del ex banquero candidato ultraliberal.
« Queremos que la vida cambie », insistió el candidato de la Francia Insumisa. « Queremos que cambie para esos millones de pobres, que están en la calle y para los cuales nuestros arreglos no tienen absolutamente ningún interés », agregó .
« Lo que cuenta para ellos es que la vida cambie de verdad y la vida no cambiará recomponiendo un mundo arcaico » sentenció.