POR UN TRATADO DE FISCALIZACION Y COERCITIVO DE LAS TRANSNACIONALES, POR EL RESPETO DE LOS DERECHOS HUMANOS.
Jean-Luc Mélenchon, el candidato del movimiento Francia Insumisa a la presidencia de la República, se manifestó enérgicamente este lunes, ante el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU en Ginebra , en favor de un tratado coercitivo para las transnacionales en materia social y medio ambiental.
« La emergencia de sociedades transnacionales y multinacionales en nuestra época, finalmente ha ocasionado una regresión de la civilización… » estimó Mélenchon .
« La proposición de un acuerdo obligándolas a respetar los derechos fundamentales de las personas humanas y de su ecosistema significa simplemente querer civilizar la mundialización y las consecuencias de las globalización del capitalismo » agregó enseguida .
Citando un estudio de la Escuela Politécnica de Zurich , el candidato de la Francia Insumisa se refirió al poder acumulado de las transnacionales señalando que el 0,7% de las empresas en el mundo controlan el 80% de la riqueza mundial y que sólo 147 empresas controlan el 40% de la actividad mundial.
Los tres cuartos de esas 147 empresas son sociedades financieras vinculadas y alimentadas por la esfera financiera mundial.
Citando el caso de algunas de estas multinacionales, como las petroleras Exxon Mobil , Royal Dutch Shell y la automotriz Toyota, Mélenchon destacó cómo éstas tienen cifras de negocios que en muchos casos superan con creces el monto del Producto Interior Bruto (PIB) de algunos países.
« Esas sociedades tienen el poder de defender sus intereses frente a los Estados, en tribunales de arbitraje », recordó.
Para destacar en seguida que « Esto no corresponde a ninguna legislación nacional y va contra el interés más elemental de los pueblos ».
A este respecto, señaló el caso de la acción judicial emprendida por la sociedad Philips Morris contra Uruguay y Australia. Estos dos paises habian adoptado leyes antitabaco en favor de la salud pública.
Mélenchon denunció el poder adquirido por estas sociedades multinacionales y transnacionales, el que les permite no sólo obligar a los Estados a pagar sumas enormes , sino también ejercer presión sobre las decisiones políticas de éstos, haciéndolos renunciar a proponer leyes que podrían significarles ser procesados y condenados a pagar fuertes multas.
En este contexto, insistió « los pueblos, las personas y las naciones no tienen ningún recurso contra los abusos de esas sociedades ». « Crear un acuerdo coercitivo significa entonces hacer posible este recurso en cualquier circunstancia. Rechazar este recurso es aceptar que persista la impunidad de estas empresas todopoderosas ».
El candidato del movimiento de Francia Insumisa puso una vez más el acento en el hecho coercitivo de este acuerdo, estimando que para que se cumpla con esta condición, debe estar estrecha y sólidamente ligado a la acción ciudadana.
Refiriéndose luego al marco en que debe actuar este acuerdo, Jean-Luc Mélenchon puso enfasis en la necesidad de incluir en él las obligaciones de protección y reparación del sistema global y defendió la idea del reconocimiento del « crimen ecológico ».
« Esto quiere decir que además de las normas de la Organización Internacional del Trabajo y de la Organización mundial de la Salud como referencias, hay que admitir la incriminación de los ecocidas en la espera de un tribunal climático internacional, según una proposición de Bolivia », dijo.
Mélenchon también se pronunció por una garantía de gratuidad para las acciones de justicia en el marco de ese nuevo tratado, abriendo la posibilidad de iniciar procesos para los grupos, sindicatos y comunidades y no sólo para los Estados y o los individuos.
« Hay que imaginar que el financiamiento de la gratuidad de la acción debe quedar garantizada por un impuesto a las empresas multinacionales y transnacionales » recalcó.
Finalmente, dirigiéndose a la presidencia de la comisión, Jean-Luc Mélenchon recordó que en octubre de 2017, cuando se entregará el informe de referencia sobre el tratado, Francia habrá conocido una elección general.
« Por mi parte, me comprometo a hacer de vuestro trabajo, el de vuestro grupo de trabajo y del mandato de la ONU, un debate nacional sobre el que deberán pronunciarse nuestros conciudadanos », concluyó Mélenchon.