Jean-Luc Mélenchon fue recibido el miércoles con una ovación de pie por los alumnos de la Escuela superior de ciencias económicas y comerciales (ESSEC), en Cergy Pontoise en las inmediaciones de París, hasta donde había llegado para presentar su último libro - « De la vertu » (Acerca de la virtud) .
El hecho merece ser destacado, como lo hizo la prensa francesa, incluso aquella que, en general y por lÍnea editorial, es contraria a la posición política del candidato de la Francia Insumisa.
La paradoja que mereció la atención de la prensa es que la ESSEC, como es conocida la institución, es lo que se llama en la nueva jerga anglo-financiera, una « business school », es decir un vivero de futuros cuadros del comercio y la finanza. En consecuencia un lugar donde sería difícil imaginar que Jean-Luc Mélenchon podría encontrar simpatizantes.
« Normalmente, ustedes son todos esbirros del capitalismo », comenzó diciendo Mélenchon en irónico doble sentido, provocando inmediatamente las risas y los aplausos de los cientos de estudiantes que repletaban el anfiteatro.
Luego, siempre con el mismo tono irónico explicó haber llegado, « para reírse de sí mismo y como una humorada », hasta una casa de estudios que enseña precisamente los valores contrarios a los suyos. Para sintetizar luego su concepción de la política y de la democracia, en el terreno de la razón y como un debate de ideas.
« Me parece interesante este encuentro, precisamente porque la mayoría de ustedes no tienen la misma opinión política que la mía », dijo, antes de agregar siempre irónico : « Quizás esta es la única ocasión en que veréis a un orador de izquierdas y comprobar que no nos comemos a los niños ni llevamos un cuchillo entre los dientes », aludiendo a una histórica caricatura del « bolchevique » en los años treinta.
Luego, en la presentación de su libro, como preámbulo a una documentada disertación sobre el « realismo » y la « coherencia » de su programa, Mélenchon insistió una vez más sobre el valor de la democracia como terreno para el desarrollo político.
« No debemos soñar con una sociedad en que todos están de acuerdo, sino una sociedad en que se pueden expresar los desacuerdos », declaró en primer término.
« Con este libro, he tratado de de definir lo que nos reúne », pues « la democracia permite organizar los diferentes puntos de vista, pero con algo que es común a todos cual es la virtud, que significa actuar y decidir en función del bien común », explicó. « Las palabras son un desafío », destacó, antes de precisar : « No busco seducir, me da lo mismo. Me dirijo a vuestra razón. »
Mélenchon se refirió al sentido de la campaña en torno a la elección presidencial, al movimiento que lo apoya y su programa de gobierno. « La elección no es una tribuna donde se viene a dar testimonio (…) hay que presentar una visión coherente del mundo y deducir un programa (…) La Francia Insumisa no es una multitud que corre detrás de una estrella del rock. Es algo bien organizado. »
« De la vertu » fue escrito mucho antes de que el debate político en torno a la campaña presidencial fuese contaminado por una serie de escándalos de estafas, desfalcos, malversación de fondos y tráfico de influencias, en detrimento del Estado y del Parlamento Europeo, que implican al candidato de la derecha conservadora François Fillon , a la postulante de la extrema derecha Marine Le Pen y, más recientemente, al ahora ex ministro del Interior, Bruno Le Roux, que fue obligado a renunciar a sus funciones.
En la obra, finalmente publicada un mes antes de la primera vuelta de la elección presidencial y « empujado por la actualidad », Mélenchon define la virtud como « una ardiente obligación en el ambiente público » y como una « pasarela » entre el interés particular y el interés general :
Siguiendo la línea didáctica de sus discursos, el candidato de la Francia Insumisa hizo una detallada clase magistral de ciencias políticas para desarrollar su programa de gobierno, atacando de entrada el capitalismo, « un sistema inmoral porque no fija límites a la acumulación, que se hace siempre en perjuicio de alguien » (…) y destruye el planeta. »
Sobre esta base, alegó por la transición hacia la Sexta República, luego de la organización de una asamblea constituyente para elaborar la nueva Constitución y, para terminar con lo que ha dado en llamar la « monarquía presidencial », que protege « la omnipresencia del dinero como valor supremo » y que es consecuente vector de corrupción.
Jean-Luc Mélenchon también habló detalladamente de sus proyectos en relación a la Unión Europea, a la independencia de Francia y a su papel como pivote de una alianza de países no alineados, con una directiva de primer orden, la defensa de la paz.
En este contexto, detalló la posición fijada en su programa « El futuro común » en relación a la UE, con una estrategia en dos planes : Un plan A en que se discute, denunciando los tratados que han sometido la organización a la finanza y, un plan B, que implica dejar la UE, como última medida y haciendo jugar el peso de un 18% de la economía que tiene Francia en ésta.
Del mismo modo y en un tema que para él es esencial, cual es el de la paz, Mélenchon reiteró su voluntad de retirar a Francia de la OTAN y de organizar una conferencia de seguridad en Europa que incluya a Rusia.
Al cabo de casi tres horas de intercambio con los alumnos de la ESSEC, Mélenchon se dirigió a ellos en forma de saludo en un nivel mucho más amplio que el de la contienda política presente.
« Vosotros que estáis en esta escuela, no podéis contentaros de pensar sólo en vosotros : El país necesita jóvenes diplomados que se cuestionen acerca del interés general », declaró.
Según el diario conservador Le Figaro, un estudiante habría publicado un tuit donde expresaba : « Gracias Jean-Luc Mélenchon por venir hasta aquí, a la ESSEC, templo del capitalismo, como usted mismo lo dijo, para preconizar el vivir en armonía ».