« Es el reconocimiento de su fracaso », dijo Mélenchon en TF1, comentando en vivo el anuncio de no representación de François Hollande, y precisando en seguida que « este reconocimiento de François Hollande no debe funcionar como una amnistía para todos los otros ».
Jean -Luc Mélenchon formuló estos comentarios cuando comparecía este jueves como invitado ante la audiencia de TF1 para anunciar la publicación de su programa de gobierno « Un futuro en común », en momentos en que los medios informativos franceses han debido plegarse a la evidencia de que el candidato del movimiento Francia Insumisa, en toda lógica, aparece como uno de los más serios postulantes a la presidencia en los comicios de 2017.
Uno de los principales semanarios de información general de Francia dedicó esta semana la portada y varias páginas de sus ediciones a Jean -Luc Mélenchon que este mismo día era el « invitado político » del noticiero principal de las 20 horas de una de las grandes cadenas francesas.
En buen estratega, el candidato del movimiento Francia Insumisa ha sabido sortear el ostracismo al que lo habían relegado los medios informativos, más preocupados de presentar la política como un espectáculo más y no como un debate de ideas, arte este último, en que Mélenchon es un verdadero virtuoso.
Utilizando las redes sociales con maestría y demostrando así su capacidad para utilizar los últimos adelantos de la tecnología, Mélenchon ha ido ganando terreno e imponiendo un estilo diferente de diálogo directo a través de la cadena YouTube, donde cuenta ya con 80.000 subscritos y de un comentario semanal con una audiencia promedio de 100.000 personas.
La semana recién pasada, la designación del candidato de la derecha, el ex ministro ultra conservador y ultra neoliberal, François Fillon, sirvió también para dejar en claro que Jean-Luc Mélenchon es de toda evidencia, el mejor rival para enfrentarlo y derrotarlo.
El programa propuesto por el candidato de la derecha « dura » se centra esencialmente en un desmantelamiento de todo lo que ha sido el sistema de protección social francés, para dejarlo en manos del sector privado, así como la anulación de toda participación del Estado como regulador de la economía que quedaría sometida exclusivamente a las leyes del mercado.
El martes en la noche, en un mitin en la ciudad de Burdeos (suroeste), en un teatro repleto al interior y en su alrededor, donde el equipo de campaña debió instalar altavoces y una pantalla gigante para más de 1000 ciudadanos que no pudieron entrar, Jean-Luc Mélenchon desafió al candidato derechista a un debate público en torno a los programas respectivos.
« Desde el punto de vista político, Fillon es muy claro, es la síntesis de lo que realmente es la derecha en este país, neoliberalismo y conservatismo, y por eso vamos a poder confrontar nuestras ideas », dijo el candidato de la Francia Insumisa.
Mélenchon destacó la ausencia absoluta de proyecto referido a la ecología durante el debate en torno a la primaria de la derecha en la cual Fillon resultó ganador y, por el contrario, la « guerra relámpago - Blitzkrieg (sic) « - anunciada por éste contra el código del trabajo, el seguro médico y el seguro contra la cesantía.
Junto con exponer los principales fundamentos de su programa económico asentado en lo que ha llamado la « transición ecológica », en una breve pero bien documentada exposición histórica, Mélenchon defendió el principió de solidaridad en las relaciones humanas y en particular en la política social.
« En gran parte de su historia, la Humanidad estuvo formada por cazadores-colectores y fue la ayuda mutua la que les permitió sobrevivir. Somos los descendientes que aquellos que fueron generosos », explicó.
El jueves en la noche, pocos minutos antes de la participación del candidato de la Francia Insumisa en el noticiero de televisión, el presidente de la República, François Hollande, anunció que no postularía a su reelección en los comicios de abril y mayo del año próximo.
« Es el reconocimiento de su fracaso », comentó Mélenchon, precisando en seguida que « este reconocimiento de François Hollande no tiene que funcionar como una amnistía para todos los otros ».
La renuncia del jefe del Estado francés a postular a su reelección deja libre la vía a su primer ministro Manuel Valls para presentarse a la primaria del partido socialista programada para mediados de enero próximo.
La cuestionada gestión socialista del quinquenio que termina y sobre todo el incumplimiento de las promesas electorales de marcado tinte popular que formuló François Hollande durante su campaña, dejan pocas posibilidades de éxito al candidato a la presidencia que resultará de la primaria del PS.
En tales circunstancias, el movimiento Francia Insumisa, que va en constante progresión, y su candidato, Jean-Luc Mélenchon, aparece como el candidato con la mejor capacidad para unificar a la izquierda francesa y para ganar la elección presidencial.