MELENCHON PLEBISCITADO COMO EL MEJOR CANDIDATO EN DEBATE EN LA TELEVISION

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El candidato de la Francia Insumisa a la presidencia de la República, Jean-Luc Mélenchon, apareció ampliamente como el mejor de todos los once candidatos que participaron el martes en un debate televisivo en directo, según un sondeo realizado inmediatamente después de la emisión.
Cuando faltan menos de tres semanas para la primera vuelta de la elección presidencial francesa, la cadena de televisión de información francesa BFM/TV había organizado el martes un inédito debate, con participación de los once candidatos a la presidencia,  sobre temas relativos al empleo, la seguridad, la sociedad y la moralización de la vida pública, .
Jean-Luc Mélenchon fue apreciado como « el más convincente » de los exponentes y como aquel que  » comprende mejor la situación » de la gente, según la encuesta de opinión.
En una emisión que duró más de tres horas y media, y en que cada uno de los participantes disponía en total de sólo 17 minutos para exponer sus respectivos programas, Jean-Luc Mélenchon demostró su estatura de presidenciable.
Los cinco candidatos que según los sondeos aparecen en los primeros lugares -Jean-Luc Mélenchon ; el representante del Partido Socialista, Benoit Hamon ; el conservador François Fillon, el neoliberal Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen - ya se habían enfrentado, el 20 de marzo, en otro duelo ante las cámaras de televisión y más de 10 millones de telespectadores.
En esta ocasión, en lo que es una primicia en la historia política francesa, el debate público televisivo se hizo también con la participación de los que la prensa se había dado en llamar los « pequeños candidatos », es decir aquellos que los sondeos sitúan por debajo del 10% de intenciones de voto.
Entre estos últimos, los analistas fueron unánimes en destacar la prestación del candidato de uno de los dos partidos de ultra izquierda, el troskista Philippe Poutou, que destabilizó y puso en jaque la arrogancia de los postulantes de la derecha y la ultraderecha, increpándolos en relación con los escandalos de malversación de fondos públicos en que aparecen comprometidos.
En cuanto a los otros participantes, el ultraconservador François Fillon insistió en su proyecto de austeridad y de reducción del Estado, el neoliberal ;  Emmanuel Macron afirmó su posición que él define por encima de izquierdas y derechas o, « de acuerdo con todo el mundo », como ironizó otro de los participantes.
Por su parte, el candidato del partido Socialista, Benoît Hamon, en claro declive en las intenciones de voto en su favor, defendió su programa inspirado en muchos puntos en aquel de la Francia Insumisa, pero insistió en marcar su diferencia con éste, sobre todo en relación al tema de la Unión Europea.
Frente a éste, Mélenchon aclaró una vez su posición en cuanto al cuestionamiento de  los tratados del organismo europeo, primero que nada, mediante la negociación y haciendo jugar todo el peso que tiene Francia dentro de éste. También puntualizó su punto de vista respecto a Alemania que, dijo, debe ser « un interlocutor ».
En cuanto a la candidata ultraderechista Marine Le Pen, ésta se vio a menudo destabilizada en sus propósitos y más allá de un verdadero proyecto político, repitió de manera obsesional sus ataques contra los extranjeros y sobre todo, contra los inmigrantes.
Jean-Luc Mélenchon, colocándose por encima de las contingencias del debate y evitando entrar en el juego de prometer recetas fáciles para problemas particulares, resumió las grandes líneas políticas que inspiran el programa de la Francia Insumisa, proyectado hacia el futuro y en el que cada cual será llamado a participar.
Esto no le impidió utilizar su estilo didáctico e ilustrativo para desmontar los argumentos de sus adversarios, como cuando ironizó sobre la legislación laboral por empresas, contenida en la contestada reforma del gobierno de François Hollande, principio también sostenido por el conservador François Fillon.
« Un código del trabajo por empresas es tan absurdo como un código de la circulación para cada calle », comentó.
En una síntesis bien resumida de los valores que inspiran el programa de la Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon culminó su presentación, respondiendo a la pregunta de las periodistas que animaban el debate en cuanto a la manera de unificar la sociedad francesa.
« Para reunirnos, primero que nada debemos terminar con el reinado del dinero, porque es él que divide los seres humanos y agota la naturaleza », fueron los primeros términos de su conclusión.
« Entonces, he aquí en resumen el plan que yo propongo : en primer lugar cambiar las instituciones para partir de nuevo a cero, con una República verdaderamente laica y verdaderamente bajo control popular », continuó
« Luego, debemos pasar de una vez vez por todas a un modo de producción y de consumo ecológico. »
« Seguidamente, debemos hacer pagar lo que le corresponde a la finanza y a la bolsa, para reactivar el empleo y pagar los salarios, porque ya han ganado bastante y llegó el tiempo en que tienen que dar. Debemos actuar para que no haya nadie abandonado en las calles, no más miseria y nadie en dificultad. », prosiguió
« En fin, tenemos que actuar en favor de la paz. Se ha hablado poco de esto esta noche. Hay una guerra que viene y que aumenta, una guerra que tiende a generalizarse. Las fuentes de tensión se observan en el mundo entero y sobre lo que es el Antiguo Continente », dijo más adelante.
« Entonces, He aquí el futuro en común que hay que construir ahora », declaró.
« Francesas y franceses, en nuestro país, la República es más que una institución, es una manera de pensar la vida en común. Libertad, Igualdad, Fraternidad es mucho más que un lema, es un programa. »
« En este momento se trata de cambiar un presidente, Lo sé bien. Cambiar de régimen, es lo que propongo. »
« Pero lo que creo sobre todo, es que es tiempo de comenzar días felices, porque hasta ahora el país ha sufrido ya demasiado y ha llegado el momento de recuperar el placer de la felicidad. », concluyó.

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