El miedo es el nuevo vínculo social que el capitalismo ha inventado para aglutinar las sociedades.
En variadas ocasiones Jean-Luc Mélenchon ha denunciado las argucias empleadas por el neoliberalismo para aplastar, paralizar y desalentar las luchas ciudadanas. En su discurso del 27 de septiembre de 2016, se refirió al miedo, inoculado como un virus en las sociedades para mejor controlarlas, someterlas y explotarlas.
« El Grito », Edvard Munch, 1893
« Yo sé que la mayoría de ustedes sufre de esa extraña enfermedad que han conseguido inyectar al pueblo francés : una duda terrible sobre sí mismo, una especie de resignación, la idea de que, por cierto, tal como estamos, las cosas no pueden mejorar y que no se puede cambiar nada porque bla bla bla, la competitividad, la globalización, los chinos, los indios y qué se yo…
Y este gran pueblo que es tan rico de cultura, de saberes prácticos y teóricos, de energía, lo vemos con los brazos caídos, enrabiado, quejumbroso, y que apenas si sabe nombrar a su enemigo, ése que es la causa de todas sus desgracias. Y así, se le murmura al oído, que el enemigo es aquél que no tiene la misma religión, la piel del mismo color, o que no cree como debería creer.
Y ese veneno ha invadido el país. Tanto es así, que en una noche de mortífero terrorismo, se pueden trastrocar todas las mentalidades. Pues lo que en la víspera parecía evidente –es decir, el preguntarse : « ¿Cómo vivir ? ¿Cómo vivir dignamente de su trabajo, de su contribución al bienestar de todos ? » – se transforma en otra cosa, que se da en un registro de odio y de miedo.
El miedo es el nuevo vínculo social que el capitalismo ha inventado para aglutinar las sociedades. Allí donde ayer gobernaba la fraternidad, la ternura, el gusto de hacer el bien, o donde lo que parecía importante era el ser solidario, amar, compartir igualitariamente, pues bien, de ahora en adelante lo que debe ser decisivo es tener miedo, siempre más miedo, miedo a todo, miedo al porvenir, miedo de tu vecino, miedo, miedo, miedo :
El miedo es el vínculo social de este mundo en el que vivimos. Y esto no puede durar. Así, no iremos a ningún lado . No se puede vivir en el miedo. No haremos nada bello si continuamos así. »