MÉLENCHON, PRESENTE SIMULTÁNEAMENTE EN SIETE CIUDADES FRANCESAS

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Más de 35.000 personas, situadas en distintas ciudades francesas,  aclamaron este martes al candidato de la Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, de cuerpo presente en Dijon (centro-este) y de manera virtual y simultánea en otras seis aglomeraciones francesas, mediante el sistema de transmisión visual en tres dimensiones,u holograma,
“¡Cómo me siento feliz que podamos, mediante esta técnica magnífica, llevar a cabo este acontecimiento en esta tarde, el que nos permite en siete lugares,  al mismo tiempo, vivir este momento particular!”, dijo, con un bien fundado tono de optimismo, en momentos en que las posibilidades de una victoria se van precisando día a día.
Aparte de los presentes en Montpellier (sur), Nantes (oeste) Grenoble (centro-este), Clermont Ferrand (centro) , Nancy (este) y Puerto La Reunión (Océano Índico), otras 65.000 personas siguieron el mitin a través de la redes sociales.
Antes de entrar en el desarrollo mismo de su discurso, Jean-Luc Mélenchon tuvo un gesto en el que demostró su profundo sentido humanista y de responsabilidad democrática, más allá de las diferencias de pensamiento.
Refiriéndose a la noticia de amenazas de atentado en contra de algunos de los candidatos, de parte de dos individuos vinculados a la organización yihadista Daesh, el candidato de la Francia Insumisa, no vaciló en manifestar su apoyo y su solidaridad a sus concurrentes.
“Quiero decir solemnemente a las tres personas cuyos nombres fueron evocados, es decir al señor (Francois) Fillon, a la señora (Marine) Le Pen y al señor (Emmanuel) Macron, que les expreso mi absoluta y total solidaridad”, dijo en primer término.
Luego en un enérgico mensaje a los terroristas, manifestó : “¡Jamás, jamás, les daremos el gusto de dividirnos antes ellos ; no nos impresionan, no tenemos miedo¡ Y esta misma tarde, lo demostramos. Redoblemos entre nosotros las polémicas respetuosas, pero polémicas, para demostrar que nada podrá contra nuestra democracia y que los criminales no pueden nada contra ella, el pueblo francés es libre ! ”.
Luego, en este mismo contexto, Mélenchon definió en algunas palabras lo que será su política en relación a la lucha contra el terrorismo.
“¡Les digo que si tenemos que presidir los destinos de la nación, serán perseguidos como nunca antes. Todos aquellos que son cómplices de lejos serán castigados, que sean personas o empresas, como algunos que pagaron a Daesh para poder producir su maldito cemento!”
“Me siento feliz de ver que vuestra reacción está de manera tan espontánea del lado de la República y la democracia, pues hacemos una demostración de cómo nos comportamos incluso con todos aquellos que nos han mirado de manera altanera y atribuido adjetivos que no tienen nada que ver con lo que somos delante del amor a la libertad.”, comentó luego, dirigiéndose a la multitud.
El candidato de la Francia Insumisa se refirió luego a la que calificó de una muy buena noticia, que comunicó de manera festiva cuando señaló tener “130 ministros de finanzas potenciales, economistas del más alto nivel en nuestro país, que firmaron en común para llamar a votar por vuestro servidor diciendo que es un voto serio y económicamente responsable. “
A partir de otras declaraciones, formuladas por un filósofo, catedrático de la Escuela Polytécnica –una de las grandes instituciones de prestigio académico y técnico en Francia - , señalando que “Mélenchon es un candidato anti totalitario”, el postulante de la Francia Insumisa hizo una detallada exposición de la filosofía y los principios que inspiran el programa del movimiento.
Luego de recordar los peligros que se ciernen sobre el ecosistema por efecto de la actividad humana, Mélenchon puso en relieve la estrecha relación entre la ecología y el principio de igualdad y justicia social y demostró cómo el sistema capitalista destruye esta armonía ideal.
“Es esta idea que preside y determina todo nuestro programa y nuestra visión del mundo que queremos construir al interior de la sociedad”, dijo. “Necesitamos encontrar rápidamente la manera de inscribirlo en armonía entre la naturaleza, los animales y la civilización humana. Este es el desafío de este siglo que comienza”, agregó.
“Si solo hay un solo ecosistema compatible con la vida humana, somos todos semejantes e iguales en derecho, semejantes por nuestras necesidades y por lo tanto llamados a la igualdad para acceder a los medios de nuestra existencia.”, explicó seguidamente, antes de concluir : “De la igualdad y de la búsqueda de la igualdad viene la justicia.”
Mélenchon recordó que un organismo que no es uno de beneficencia, como es el Fondo Monetario Internacional (FMI), había reconocido en un informe de 2015 que en sus grandes líneas señalaba que : “Mientras más aumenta la fortuna de los ricos, más débil es el crecimiento. Mientras más aumentan su parte los pobres, más el crecimiento es importante.”
Del mismo modo, destacó que los economistas del FMI observaban, coincidiendo con las organizaciones sindicales, que la flexibilidad del mercado del trabajo va de consuno con una desigualdad creciente.
“Contra lo que luchamos es la acumulación sin cesar de una minoría que no tiene límites en el saqueo de la naturaleza y de los seres humanos y ese fenómeno se acelera al mismo tiempo que se observa el aumento de la miseria y de la destrucción del ecosistema.”, afirmó.
Mélenchon destacó el altruismo del programa de la Francia Insumisa al proponer la cooperación entre los pueblos y los seres humanos en oposición a la codicia y a la acumulación sin límites basada en la competencia entre unos contra otros y que lleva irremediablemente a la guerra.
Este sistema capitalista es responsable de la contaminación del aire que provoca miles de muertos cada año en todo el mundo ; de la imposibilidad del acceso al agua como un derecho esencial y que provoca medio millón de muertos por año. “Ninguno de mis concurrente habla de ecología”, recordó Jean-Luc Mélenchon, “solo hablan de dinero.”
El candidato de la Francia Insumisa condenó duramente a sus concurrentes de ideología neoliberal por sus afirmaciones en orden a hacer recaer sobre los desocupados la responsabilidad de su situación y presentados como aprovechadores del sistema social que les asegura una indemnización hasta el momento de volver a la vida activa.
Conforme a este espíritu denunciado por Mélenchon, el proyecto de gobierno de al menos dos de los postulantes, propone una drástica disminución en el tiempo y en la cantidad, de las indemnizaciones para los parados.
“El problema es cómo ayudarlos a vivir y no cómo empujarlos a la muerte”, comentó, antes de recordar los montos entregados por el Estado a las grandes empresas y a los bancos, fondos que son destinados en gran medida a la especulación.
De manera gráfica, Mélenchon mostró el aumento creciente de este aporte destinado a las finanzas, pagado con fondos públicos, es decir con el dinero de todos los contribuyentes, señalando que en 1982 cada francés trabajaba gratuitamente un total de 10 días por año, periodo de trabajo que actualmente llegaba a los 45 días.
Siempre dentro del principio de un reparto equitativo de las riquezas y del aporte de cada uno al bien común, el candidato de la Francia Insumisa se refirió al nuevo sistema impositivo que establece un mayor número de categorías y a la igualdad entre los salarios de hombres y mujeres que, en la medida que significará un aumento de las cotizaciones sociales, permitirá de nuevo establecer para la jubilación, la edad de 60 años.
“El principio es trabajar menos tiempo para vivir más y en buen estado de salud. El cuerpo no puede ser tratado como una máquina de producción”, manifestó al respecto.
Jean-Luc Mélenchon evocó su encuentro con la gente de los barrios de la periferia parisina, durante el recorrido por etapas efectuado en la víspera, a bordo de una gabarra y a través de uno de los canales que cruzan la aglomeración del Gran París.
Este propósito le permitió demostrar el desconocimiento total que tenían los candidatos de la derecha sobre lo que son estos barrios populares y, el desprecio con que se referían a sus habitantes en particular los jóvenes.
“Para (la candidata de la extrema derecha Marine) Le Pen , los barrios son allí donde reside el enemigo“, comentó irónico. El candidato conservador Francois “Fillon nunca escuchó nada acerca de estos barrios,por eso no habla nunca de ellos”, añadió.
Mélenchon denunció en particular el sistema “Uber” desarrollado en algunos sectores y presentado como una gran idea moderna por el ex ministro de Economía, ex banquero y ahora candidato a la presidencial, Emmanuel Macron.
“La uberizacion es un retorno a las condiciones de trabajo del siglo XIX, porque es un sistema organizado como una estafa, con gente engañada con la idea que serán independientes, pero que se encuentran sin ninguna protección social (…) Me importa un bledo que digan que es la modernización porque es una mentira. Es la seguridad social que es moderna ; es el código del trabajo, la ley para todos por igual, el trabajo que permite vivir que son modernos”, afirmó.
Del mismo modo y en este contexto, el candidato de la Francia Insumisa se manifestó por la necesidad de fortalecer el Estado, en oposición a las drásticas disminuciones de funcionarios, anunciadas por la derecha, dando prioridad a asegurar los servicios de educación, salud y seguridad, precisamente en los barrios populares.
Refiriéndose en particular a la educación, fue enfático en declarar que ésta es por sobre todo una inversión y, en ningún caso podría ser considerada como un gasto o una carga.
“Francia no es una start-up , es un pueblo, una cultura, una ciencia. La escuela no puede ser administrada como una empresa. El saber no será jamás una mercadería y nuestros niños no podrán ser jamás considerados como clientes”.
Insistiendo en la idea desarrollada al comenzar su discurso y condenando una vez más al sistema neoliberal impuesto en todo el mundo, Jean-Luc Mélenchon manifestó que : “Es de la desigualdad que viene la injusticia y ésta tiene su fuente en la mala repartición de las riquezas. No es verdad que estamos condenados a la miseria. El compartir la riqueza permite tener una vida digna en armonía con la naturaleza”.
“Esta ideología es intrínsecamente perversa porque empuja a la acumulación, a la competencia entre unos contra otros, porque hace un culto de la codicia”, declaró, antes de denunciar ridiculizando, las declaraciones del candidato neoliberal Manuel Macron : “Hay algunos que llegan a proponer como un sueño el llegar a ser multillonarios, esto releva de la enfermedad mental”.
“Tenéis razón de estar contentos”, manifestó luego Mélenchon a sus miles de adherentes . “Nos han dicho que nos acercamos a la calificación.”
En seguida, haciendo un balance de lo que ha sido la campaña, cuando faltan sólo unos días para la primera vuelta de la elección presidencial, dijo : “Hemos hecho un buen trabajo y ese es el haber tenido confianza en nosotros : les voy a decir mas alla de todo aspecto político, cómo estoy feliz de decirme que hemos construido una fuerza que ha estado día por día aglomerando, llevando tras ella las energías de hombres y mujeres que estaban desilusionados”.
“Poco a poco habéis formado esa masa consciente, educada, habéis puesto a contribución todo lo que habíais aprendido. Yo habré sido la persona que permitió cristalizar esas energías que convergen, esas inteligencias”, continuó.
“Y no estamos siempre de acuerdo sobre todo ; es normal : No se está cien por cien de acuerdo con un programa, pero lo esencial es que su filosofía y las principales medidas corresponden a lo que espera y a lo que se considera bueno para todos. Como era importante que esta fuerza irrumpiera en beneficio de la Francia.”
“Porque en caso contrario, estábamos abandonados a los otros dos extremos : la extrema derecha que transforma este país en una adición de tribus que se odian y, el extremo mercado en sus distintas variedades y en que cada cual está contra todo el mundo o, todo el mundo contra todo el mundo”.
Seguidamente y,luego de evocar las desuniones y los conflictos que fue necesario ir superando para construir el movimiento que se encuentra ahora en vísperas de la victoria, destacó el carácter internacionalista de éste.
“Nos sentimos completamente alemanes cuando se trata de un alemán pobre, completamente españoles cuando sus hijos condenados al exilio porque no hay trabajo, nos sentimos completamente italianos etc. Somos la gran masa de esos que sólo quieren vivir de la dignidad de su trabajo y de su contribución al bien común.”, declaró enfático antes de señalar :
“Me han dicho que Hamon y Poutou votarán por mí en la segunda vuelta , les doy las gracias.”
Concluyendo, el candidato de la Francia Insumisa advirtió que era imprescindible continuar el trabajo hasta el final, convenciendo y teniendo presente de haber cumplido juntos una gran victoria, la de estar presente en los primeros planos cuando “nos declaraban desaparecidos para siempre”.
“Mucha gente no sabe qué hacer. Es por eso que nuestra tarea es acoger todos aquellos que quieren unirse a nosotros para la gran batalla que comienza, el despliegue de la Francia , aquella que los pueblos aman, la Francia del compartir, la Francia del gran lema… ”
¡Libertad, Igualdad, Fraternidad ¡
, respondió la multitud de las siete ciudades francesas.
Jean-Luc Mélenchon creó una tradición en cada una de sus intervenciones, la de leer un poema al terminar sus discursos.
Esta vez fue uno del poeta francés Paul Eluard, intitulado “Una sonrisa”
La noche nunca es total
Siempre hay, porque lo digo y porque lo afirmo
Al final de una pena, una ventana abierta, iluminada
Siempre hay un sueño que vela, un deseo que contentar, un hambre que saciar
Un corazón generoso, una mano abierta, unos ojos atentos
La vida
La vida para compartir

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