La guerra no puede ser un pretexto para alimentar una campaña electoral

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Crédits photo : Bernd Untiedt

Un urgente llamado a pensar en el interés general, es decir en la paz y en los medios para conseguirla, hizo este jueves Jean-Luc Mélenchon, refiriéndose así a la dramática situación que se vive en la ciudad siria de Alepo y a las manipulaciones vergonzosas de algunos medios franceses que trataron de presentarlo como aprobando las matanzas que allí se están produciendo.

« A todos los que me escucháis os pido reflexionar : no os dejéis llevar y enrolar en una guerra junto a uno u otro de los combatientes ; pensad primero en nuestro interés general, es decir en la paz ; y si se quiere la paz, hay que darse los medios y no ir a redoblar tambores por cuenta de ejércitos extranjeros », dijo el candidato de la Francia Insumisa en ese espacio de diálogo semanal a través de la cadena Internet YouTube.

« En las últimas horas todos nos hemos conmovido por la difusión de imágenes provenientes de Alepo y del bombardeo que la parte este de la ciudad está sufriendo », comentó Mélenchon en primer término.

« En esta ocasión –y de una manera de la cual yo entiendo la eficiencia electoral contra mí, pero cuya utilización desapruebo completamente– se ha hecho de mí un amigo de los bombardeos sobre ese sector de la ciudad. Evidentemente, esto me provoca una tremenda indignación. ¿Cómo se puede imaginar que haya alguien, aquí o allá, que se deleite con los bombardeos y sus consecuencias?”, agregó en seguida.

« La guerra es una realidad, no un pretexto del cual poder servirse para alimentar una campaña electoral » insistió Jean-Luc Mélenchon, « Si mañana gobernamos en Francia, que sea uno u otro, o yo mismo, deberemos enfrentar este problema antes de que la guerra se haga general ».

Mélenchon debió reiterar aún una vez más su posición sobre la guerra en Siria e Irak y las consecuencias que ella genera, luego de una escandalosa campaña de calumnias en su contra iniciada por los medios franceses, controlados en su gran mayoría por el actual gobierno o por los grandes grupos financieros.

En una actitud indigna y reñida con la más mínima ética profesional, diferentes medios utilizaron el contexto de emoción provocado por los bombardeos sobre poblaciones civiles en la ciudad siria de Alepo para afirmar que « Jean-Luc Mélenchon apoya a Putin » y, por lo tanto, dichos bombardeos.

La artimaña consistió en recuperar extractos de una emisión de la cadena de televisión pública del mes de febrero de este año, en la que el candidato del movimiento Francia Insumisa participaba como invitado especial, con motivo de la publicación de uno de sus libros, « La era del pueblo ».

Consultado en esa ocasión sobre la actualidad del momento, Mélenchon afirmó, de manera precisa y puntual, que aprobaba los bombardeos de la aviación rusa contra los convoyes
de camiones que transportaban el petróleo desde el norte de Irak hacia Turquía, para alimentar así el tesoro de guerra de la organización terrorista islamista Daesh.

Sacada totalmente de su contexto, dicha declaración ha sido utilizada actualmente, en otras circunstancias y en relación a otro momento preciso de la guerra en Siria, para hacer aparecer a Mélenchon como un aliado de Putin y como tal, aprobando los bombardeos y las matanzas que se producen en la parte este de la ciudad de Alepo.

De todas maneras, este ataque en regla contra el candidato del movimiento Francia Insumisa se produce en un momento muy particular y muy significativo de la campaña para la elección presidencial de abril y mayo de 2017.

Más allá de la inesperada elección del ex primer ministro François Fillon como candidato de la derecha tradicional francesa, de la renuncia a postular a la reelección del actual presidente de la República, François Hollande, de los intentos de los candidato a la primaria socialista para despojarse de la herencia de este último, hay otra realidad que los medios habían tratado de ignorar y que hoy salta a la vista, cual es la dinámica del movimiento Francia Insumisa y la de su candidato, Jean-Luc Mélenchon.

Tal como él mismo lo comentara hace algunos días, un libro con un programa de gobierno no está destinado a convertirse precisamente en un éxito de librería o en un « best-seller ». Sin embargo, el caso es que el programa de la Francia Insumisa, « El futuro en común », desmiente probadamente esta afirmación, teniendo en cuenta que la demanda del público lo hace figurar entre los cinco primeros éxitos de ventas según todas las categorías y que se encuentra agotado en las librerías, a la espera de una nueva edición.

En menos de diez días, más de 160.000 ejemplares del programa han sido editados y el fin de semana pasado, el objetivo de organizar mil puntos de venta en toda Francia fue logrado con creces gracias a la movilización colectiva de los Insumisos.

Se demostró así, además, los resultados que se pueden obtener de un trabajo en el terreno realizado por personas motivadas e inspiradas por un ideal común, que, en este caso es el de difundir una idea y un proyecto, como un manera de transformación democrática, como lo exige el bien común.

En otro terreno, pero siempre en el ámbito de la difusión de las ideas, la página YouTube donde el candidato de la Francia Insumisa semanalmente comenta la actualidad, responde a las preguntas que le son formuladas vía Internet y explica su programa de gobierno, ha superado ya las 100.000 subscripciones, colocándose así entre las primeras cincuenta emisiones de este tipo a nivel mundial a través de este medio.

Como es fácil imaginar, este movimiento, que escapa al control y desafía el poder de la finanza y sus aliados, provoca en ellos una enorme preocupación. Los golpes arteros, como el denunciado esta semana, son su respuesta. Que sea la voluntad libre y soberana del pueblo la que decida. Allí veremos.

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