« No tenemos nada que hacer en la OTAN » declaró Jean-Luc Mélenchon, candidato a la presidencia de Francia apoyado por el Movimiento de los Insumisos.
Mélenchon formuló esta declaración al referirse a las grandes líneas de su programa respecto de las relaciones internacionales en un discurso pronunciado a comienzos del presente mes en Boulogne (norte de Francia) (escoja los subtítulos en español)
La seguridad es uno de los temas esenciales puestos en evidencia por los diversos candidatos a la elección presidencial de abril de 2017, aprovechando lo sensible del sujeto en un país que ha sido golpeado en varias ocasiones por atentados terroristas.
La respuesta a estos ataques se ha dado sobre todo en el terreno reactivo más que preventivo. De manera original e inédita, Jean-Luc Mélenchon ha abordado el problema, enfocándolo a partir del origen de éstos y en un contexto internacional y geopolítico.
Es en este marco que define las grandes líneas de su programa de gobierno en lo que se refiere a la política internacional francesa.
Así, a partir de su enfoque del problema de la seguridad, como en otros que enfrenta Europa, tales como el de las migraciones, Mélenchon desarrolla una estrategia global en la que Francia debe actuar sobre todo con su vocación independentista.
En este contexto, el candidato del movimiento Francia Insumisa ha asumido posiciones donde rechaza como condición previa un contexto de « guerra fría », defendiendo una postura francesa al margen de cualquier bloque ya establecido.
Trasladando a un terreno concreto aquellas grandes líneas generales, Mélenchon declaró en Boulogne que « …Francia debe ser el eje de una nueva alianza mundial, altermundialista, cuyo único objetivo debe ser el respeto de la soberanía de los pueblos y la aplicación de las convenciones y las normas de la OIT y de la ONU… »
Esta « (…) es la única referencia del derecho internacional, previa al uso de la fuerza, en circunstancias que ahora se utiliza primero la fuerza y se discute después », insistió.
Recalcando el carácter independiente e impulsor de una nueva alianza que debe ser el de la política internacional de Francia, Jean-Luc Mélenchon declaró que este país no es una nación occidental en el sentido que lo entiende Estados Unidos, « (…) que incluye a occidentales tan poco castizos como pueden ser los japoneses », acotó irónico.
Poniendo énfasis en el carácter universalista de la nación francesa, en el peso que tiene en el concierto mundial como miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y en su presencia territorial en cinco continentes, Jean-Luc Mélenchon insistió en la vocación pacífica y solidaria que debe ser la del pueblo francés.
« No podemos seguir embarcados en la máquina de guerra de Estados Unidos. No tenemos nada que hacer en la OTAN ».
« No estamos de acuerdo con la instalación de bases militares en Polonia, en Lituania o en cualquier otro lugar para hacer la guerra contra los rusos », insistió.
Esta posición como otras, donde son considerados en primer lugar los intereses de los pueblos y su consecuente repercusión en la vida cotidiana de cada cual, comienza a tener un eco en el quehacer político de la campaña presidencial francesa, perfilando a Jean-Luc Mélenchon como un serio postulante.